“Una tarde de sol, reunidos sobre el puente internacional General San Martín, el pueblo de Gualeguaychú decidió volver a Arroyo Verde. De esto hace dos años: el 20 de noviembre de 2006 -a las 14- comenzamos a congregarnos sobre la ruta para gritar desde la profundidad de nuestras convicciones ¡Fuera Botnia! ¡Este pueblo no tiene precio y defiende su soberanía!

 
Y aquí permanecemos desde entonces de manera ininterrumpida: instalamos la cocina en el colectivo, construimos el refugio, volvimos a la sombra del ceibo, a los gurises jugando sobre el asfalto, a la casilla de madera que construimos para resistir a la vera de la ruta porque sabíamos que inexorablemente volveríamos.

Recorrimos todos los caminos, hicimos todos los gestos posibles hacia los gobiernos, y la fábrica siguió creciendo, desplegando sus negocios, tendiendo sus redes. Por eso votamos volver y emprender esta acción diaria que significa Arroyo Verde.

Porque desde esta trinchera le decimos a Botnia todos los días desde hace dos años que estamos alertas, que no se llevará por esta ruta ni madera ni insumos para contaminarnos, le decimos a la comunidad mundial que nunca le otorgaremos a esta fábrica de la muerte licencia social, le recordamos al gobierno de Tabaré Vázquez lo vergonzoso de arrodillarse frente a los intereses de una multinacional y repudiamos la violación del Tratado del Río Uruguay, le exigimos al Gobierno nacional que esté a la altura de la valentía de nuestro pueblo y acompañamos los innumerables reclamos ambientales de los pueblos de toda Latinoamérica, víctimas de la rapiña de los intereses foráneos y de las complicidades políticas de nuestros gobiernos.

Aquí resistimos y seguiremos resistiendo. Construyendo lo que el poder y el dinero, pese a sus innumerables intentos no ha podido destruir: el tejido de las abuelas, las canciones inspiradas, el mate de té en las siestas, los asados compartidos, el mate amargo para combatir el frío, el recuerdo querido de los compañeros que ya no están entre nosotros, la solidaridad de miles de gualeguaychuenses que pese a todo siguen haciendo de Arroyo Verde el bastión de nuestra causa, el ejemplo cotidiano de que basta la decisión de un pueblo para luchar.

Hace tiempo que decidimos que el corte era nuestra moneda de cambio: que Botnia se iba y nosotros nos íbamos. Pero esto no nos impidió, ni nos impide, pensar nuevas acciones, llevar a todos los lugares que creímos convenientes nuestro reclamo, ni dejamos un solo momento de construir en distintas instancias la unidad con nuestros hermanos uruguayos. Pero de un tiempo a esta parte una clara operación mediática y política, funcional a los intereses de Botnia, se ha desatado contra la lucha de la Asamblea. Han querido poner por sobre la justeza de la causa, el método que soberana y democráticamente adoptamos, entendiendo que no hay derecho superior al de la vida de quienes habitamos esta tierra. Han tergiversado hechos, han querido vapulear la opinión pública desde algunos medios de comunicación que se embanderan en una supuesta democracia con propuestas que no se animan a defender con argumentos en el ámbito que democráticamente ha construido nuestro pueblo, y sólo terminan haciendo politiquería desde micrófonos, y propugnando nuestra división solo benefician a Botnia.

Pese a todo Gualeguaychú resiste pacíficamente en Arroyo Verde, seguimos manteniendo coherencia y fundamentos, seguimos levantando las mismas banderas. Seguimos exigiendo al Gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, como desde el primer día, la aplicación inmediata del Código Aduanero, el cual hubiese impedido que transiten por territorio argentino materiales para la construcción de la fábrica e insumos, y lo que impedirá que Botnia se abastezca de madera para la producción de los volúmenes de pasta de celulosa que la empresa tiene planteados.

Responsabilizamos al Gobierno nacional ya que si se hubiese aplicado el Código Aduanero no estaríamos en la ruta, actuando nosotros por lo que tendrían que haber evitado pertinentemente nuestros gobiernos.

Botnia contamina, Botnia es enemiga de este pueblo. No podemos caer en la política de los hechos consumados. Gualeguaychú requiere urgentemente la aplicación del Código Aduanero.
A dos años de haber vuelto a Arroyo Verde para defender la vida de nuestros gurises, seguimos construyendo entre todos la victoria. ¡Si a la vida, no a las papeleras! ¡Fuera Botnia!”.